El vetiver ha sido utilizado en gran variedad de aplicaciones desde hace siglos en Asia, sin embargo en los últimos 50 años esta planta ha llamado la atención por sus propiedades únicas en conservación de suelos.
Uno de los tipos más perjudiciales de erosión es la laminar debido a que su proceso es muy lento, con frecuencia no se la reconoce y por lo tanto no se le trata a tiempo. De hecho es alarmante la cantidad de suelo valioso que se pierde anualmente debido a la erosión.
Cuando las gotas de lluvia golpean el suelo desprotegido de cobertura vegetal desprenden partículas de tierra que luego son arrastradas por el agua.
El ABC en materia de control de erosión se resume en los siguientes 3 representados en el dibujo:
A. Disminuye la velocidad con la que el agua corre talud abajo.
B. Atrapa el limo (partículas de suelo valiosas) que viajan con el agua, detrás de su robusto sistema foliar.
C. El flujo disminuido de agua sigue su camino con menos fuerza y velocidad.
D. Sus espesas y absorbentes raíces captan mucha del agua del flujo A, conservando humedad para los periodos secos o bien activando el sistema de evo-transpiración (efecto combinado de la evaporación normal de los suelos y la transpiración de las plantas, en caso de suelos saturados).
NOTA: Es muy importante que las plantas de Vetiver que conforman la barrera se hayan sembrado a máx. 6 pulg. de distancia entre sus centros para lograr una barrera cerrada que atrape eficientemente el limo detrás de su robusto sistema foliar.